Las lenguas del mar



Andamos como en islitas, mandándonos mensajes de un lado al otro, aprendiendo a medir el tiempo de cada día de otras maneras… como cuando andamos cerca del mar. El agua que vino se retira un poquito y otro poquito y otro poquito, y se arma la ola. Toma fuerza y empieza a volver otro poquito y otro poquito y otro poquito, hasta que se desparrama la ola en la playa otra vez. Suenan, bailan, van, vienen, cuentan, ¿hablan?
Apuntamos nuestras orejas al mar ¿Qué dicen las lenguas del mar?


¿Es la ola como una gran lengua salada del mar, que crece, se despliega en la orilla, y luego vuelve a enrollarse mar adentro?
¿Escuchaste las olas del video? Van, vienen, van cambiando, parece que hablaran... ¿Qué estarán diciendo?
¡Necesitamos gente que traduzca del idioma marítimo al castellano! ¿Te animas a probar vos? Si entendés el idioma de las olas, anota en una hoja la charla que tuvieron y, por favor, no te olvides de mandarnos una foto de esa hoja.
Nos quedamos en la orilla a escuchar las historias del mar y sus navegantes
El mar suena y cuenta historias. Algunas son de piratas, otras las cantan sirenas y sirenos, y están las historias de quienes conocieron el mar, quienes se aventuraron en él a encontrarse con sus misterios, como algunxs de nuestrxs abuelxs. Dicen los que dicen, que algunos sonidos se quedan metidos adentro de los caracoles que llegan a la playa. Pero en las memorias de las personas que conocemos, también puede haber guardadas historias del mar, con sus sonidos y sus imágenes y sus gotitas de ola salpicando todavía.Te invitamos a escuchar la historia “Un pulpo llegó hasta acá”

Te invitamos a escuchar la historia “Un pulpo llegó hasta acá”



Cuando tengas un ratito, aprovechá para averiguar si en tu familia alguien guarda una historia del mar. Si encontrás alguna, ¿nos contás? Podés escribirla, y la guardamos enrolladita en una botella, o grabarla, y buscamos un caracol que la lleve en su panza.